24 de septiembre de 2010

Querido Agustín




No has llegado todavía a nuestras vidas, y ya todos te queremos como eres. Estamos esperando ansiosamente tú llegada a este mundo. Si tan sólo supieras la cantidad de cosas que tuvieron que pasar para que llegaras aquí.

Tus abuelos hace muchos años se conocieron, y se enamoraron; de ahí nacieron tus papás. Tu papá y mamá hicieron su vida en lados completamente diferentes del mundo, con todo eso, eventualmente se consiguieron. Aprendieron a caminar, a equivocarse y a sonreir, como pronto aprenderás a hacer tú. Tus abuelos los regañaron incontables veces, pero siempre los quisieron y los apoyaron. Sé que tus papás serán así contigo. Tus abuelos hicieron un buen trabajo, criaron a tus papás con todo su amor, dándoles un ejemplo de familia, de respeto de cariño. Vas a crecer en una casa llena de risas, alegría y amor. Tienes unos papás maravillosos y con eso, ya tienes el regalo más grande del mundo.


Agustín, estás naciendo con la oportunidad de ser quien quieras ser. Tienes el apoyo y el cariño de todos, y por eso, tienes el mundo a tus pies. Si quieres ser astronauta, aplaudiremos tu primer viaje a la luna. Si quieres ser deportista, tu papá te ensañará todas las reglas del juego. Sin importar qué decidas ser, él siempre te las enseñará.

No creas que son solo tús papás quien esperan por ti. Tus abuelos llevan años esperándote. Tu abuela Adriana ha pasado años perfeccionando el arte de tomar fotos para que salgas hermoso en cada una de ellas (aunque sé que saldrás hermoso hasta con el fotógrafo más inexperto). Tu Nono César ha pasado años poniendo sus brazos y barriga más rellenos para que duermas plácidamente en ellos. Papío y Mamía llevan años esperándote para que les enseñes a jugar con pelotas y carritos, pues ellos solo conocen Barbies y princesas.

Naciste en un país lleno de oportunidades, lleno de cosas maravillosas que sé apreciarás en su debido momento. Pero no quiero que olvides nunca de dónde eres de verdad. Vienes de dos países maravillosos, Venezuela y Colombia. Dos países que tienen un calor y un sabor incomparable con cualquier otro. En el momento que naces, Colombia está lentamente saliendo de una guerra muy triste que causó mucho daño a tu gente. Sin embargo, como todo, la gente sanó sus heridas y se está levantando. Venezuela está en un lugar un poco más complicado. Espero que cuando puedas leer esto, ya esa no sea la situación. Venezuela es un país maravilloso, con gente alegre y con mucho corazón. Nunca olvides eso. Quiero que mantengas siempre tus tradiciones, y no dejes que nadie te las quite. Pide la bendición a tús tíos y abuelos, escucha gaitas y vallenatos, come hallacas y buñuelos y pídele regalos al Niño Jesús. Manténte siempre unido a tu familia, pues somos lo más importante en tu vida.

Como tu tía hay varias cosas que quiero aprendas y entiendas de la vida. El mundo tiene cosas maravillosas que vas a llegar a descubrir. Pero también quiero que sepas que la vida tiene cosas muy tristes. Quiero que sepas que está bien. Vas a fracasar seguramente en algunas cosas, pero también serás exitoso en muchas otras. Recuerda siempre levantarte y sin importar lo que vivas, mirar hacia adelante. La vida te pondrá muchos retos, pero pase lo que pase, jamás te rindas. Si luchas por lo que quieres, sé que lo conseguirás. Es importante que aprendas a distinguir entre el Bien y el Mal, y cuando te encuentres en una encrucijada, siempre escoje el bien. Si escojes el Bien, tarde o temprano, Dios te va a premiar.

Escúcha a los demás aunque no estés de acuerdo con lo que dicen. A veces las opiniones más diferentes pueden llegar a abrir tus ojos de una manera que jamás creerías. Una sonrisa puede lograr mucho más de lo que te imaginas. Decir Buenos Días y Buenas Tardes es muy importante también, pero lo más importante es siempre decir Gracias. Tienes mucho que agradecer, pues Dios te está dando todo, todos los días. Sé siempre cariñoso y aprende a pedir perdón cuando sea necesario. Dí ‘Te Quiero’ cada vez que puedas, créeme que nunca se vuelve repetitivo.
Quiero que sepas que sin importar lo que hayas hecho, siempre puedes contármelo. Prometo que si me lo pides, no se lo contaré a tus papás. Aunque te confieso que estoy segura que a ellos también podrás contarles lo que quieras. Eso sí, hagas lo que hagas, bajo ninguna circumstancia puedes ser fanático de los Yankees. Creo que tu papá te perdonaría si te vuelves fan del Barca, pero de los Yankess, no estoy tan segura.

Agustín, aquí te esperamos con los brazos abiertos y con el corazón lleno de amor para darte. Te quiero muchísimo aunque aún no te haya dado ni el primer abrazo. En el momento que te lo dé lo sentirás.

Tu Tía, Fabiana.

I'm Back!



Disculpenme la ausencia! He estado un poco enredada con trabajo y vacaciones. Pero aquí estoy de vuelta para seguir contándoles de mi vida.
Un abrazo!
Fabi.