14 de mayo de 2010

La Política del Hogar


Cara de Regañada?

La oportunidad de vivir en varios países me ha permitido apreciar el poder de la política y la ley en diferentes puntos de vista. Cada uno de los países en los cuales he vivido ha tenido diferentes sistemas y maneras de organización. Por supuesto, cuando estaba pequeña no entendía ni la mitad del asunto. Cuando uno es niño lo único que debe entender es que si te sigues portando mal, voy a llamar a la policía. Una de las amenazas más efectivas que usan los padres y los niños nos creemos. El sistema político que uno vive primero es el de su propio hogar. En mi casa era muy específico y bien delimitado. Mis papás eran los que mandaban. Siempre debíamos respetarlos. Como en todo hogar, existían reglas básicas que eran necesarias cumplir: “a dormir” significaba YA, era difícil negociarlo. Nunca debíamos mentir, y teníamos que comernos todo lo que estaba en el plato (aunque no nos gustara). Mi mamá, a pesar de ser muy consentidora, era la general que amenzaba con acusarnos con mi papá si nos portábamos mal. Voy a serles sincera, esa amenaza era efectiva. Pero la realidad es que era mínima ya que su peor castigo hacia mi fue pelarme con una corbata.


Lo peor que podríamos hacer mi hermano y yo era salir mal en el colegio. Yo nunca tuve ese problema, pero digamos que mi hermano no era tan disciplinado. La primera vez que pude observar el poder de la ley externa a la de mi casa fue cuando vivíamos en Hobbs, USA. Mi hermano había salido mal en el colegio y tenía tanto miedo de que lo castigaran que le dijo al director del colegio que mis papás le iban a pegar. Ojo, debo aclarar que los castigos de mis padres eran los típicos regaños de cualquier padre venezolano: un ‘chancletazo’ decente, nada fuera de lo común que ni siquiera dejaba una marca, lo que pasa es que los americanos son un poco exagerados en este aspecto. Cual fue la sorpresa de mis papás al ver llegar en la tarde de ese día a la casa a Social Services amenazando con que si el niño se aparecía en el colegio con si quiera una marca mínima, se lo quitarían a mis papás. Por supuesto, no le pusieron ni un dedo encima, pero ahí sí lo que les provocaba era matarlo. El respeto en Estados Unidos hacia practicamente todo es bastante alto, y la ley actúa de forma inmediata.

De ahí pasamos a vivir a otros tipos de gobiernos. En la India, la ley es extremadamente fuerte, sobretodo con los Indios. A los extranjeros no se les puede poner ni un dedo encima, por lo cual uno puede caminar libremente por la calle bajo (prácticamente) ningún peligro real. Sin embargo, a la gente que es de allá los tratan con una mano muy dura y por cualquier incumplimiento de ley pequeño les dan golpes con palos, delante de quien sea (esto era en el año 1994 aproximadamente, no sé si eso se mantiene hoy en día). Una vez regresados a Venezuela llegaron las elecciones de 1999. Todavía en ese momento estaba completamente desinteresada de la política. Tenía 15 años y mi mayor preocupación era si el chico que me gustaba sabía de mi existencia. Por supuesto, todo ese desinterés cambió drásticamente con el paso de los años. La críticas, peleas, desórdenes y el tumulto general impulsaron que la mayoría de las personas en este país nos viéramos involucradas en la política de manera directa o indirecta. Me impresiona ver ahora como mis primos desde los 7 años están enterados así sea por encima de la situación política del país. Me da esperanza pensar que las generaciones futuras vendrán preparadas para traer cambios y nueva luz en la manera de manejar el gobierno.

Hay algo que a mi particularmente me inquieta con el caso político venezolano. No se trata únicamente sobre los dirigentes, si no del ‘pueblo’ y la gente que vive en este país. Dejando a un lado la ideología, hay una observación importante sobre la idiosincracia del venezolano. En este país (y realmente podría ser quizás en cualquier otro) no las pasamos criticando a los políticos y dirigentes por cualquier cantidad de cosas, pero no nos damos cuenta que a veces el problema no viene de ellos, sino de nosotros mismos. Nos quejamos de que no recolectan la basura ni mantienen las calles limpias. Pero...quién lanzó el papel en el asfalto en primer lugar? Nos quejamos de que no hay suficientes fiscales dirigiendo el tránsito de la ciudad. Pero...quién se está metiendo por el hombrillo y causando más tráfico de lo necesario? Nos quejamos de que los políticos no sean inclusivos. Pero...Realmente somos tolerantes con los demás? Somos capaces de tener una conversación pasiva con alguien de una ideología opuesta a la nuestra?

A veces debemos dejar de culpar a los demás, y empezar a aceptar que nosotros también tenemos responsabilidad dentro del juego político. Cuando pequeña, mi mamá no me dejaba salir de la casa si mi cuarto no estaba arreglado. Me daba una rabia inmensa tener que arreglar mi espacio y mi lugar. Qué le importaba a ella si yo tenía un desórden en mi cuarto? Lo que no me daba cuenta es que era más fácil tenerlo siempre arreglado y así no surgían ningún tipo de problemas con ella. A fin de cuentas ella me estaba enseñando una válida lección sobre la organización y el cuidado a nuestras cosas. La política de mi casa no difiere mucho de la política del país. Hay cosas que sencillamente son common sense. Pero cuánto nos cuesta aceptar que el cambio real debe empezar por nosotros mismos. A veces uno se siente pequeño e insignificante entre tanta gente (sobretodo con respecto a los que están en el poder), pero, si cada uno de nosotros actuamos correctamente, con honestidad, ética, solidaridad y tolerancia con los demás, podemos hacer un cambio real. Es tan sencillo con empezar haciéndolo tú solito. No puede ser que vivamos pensando que como el otro rompe la ley, yo también lo haré. Y además luego tener los bríos de quejarnos que vivimos en un país donde la autoridad no cumple con enforzar la ley.

Todo empieza por ti. En el ámbito en que te rodées. Olvídate de preocuparte de para que digo buenos días si nadie me los devuelve? Sigue diciéndolo que en algún momento alguien te los devolverá. La vida siempre encuentra la manera de recompensar nuestras buenas acciones y de alguna forma hacernos pagar las malas. No hay nada más importante que acostarnos todos los días con la conciencia limpia y tranquilos por haber hecho lo mejor posible en el día. Por eso debemos recordar que todo empieza con nuestras propias acciones, y que la política más importante, como yo aprendí de niña, es la que se enseña y se aplica en casa.

6 comentarios:

  1. MUY INTERESANTE TUS IDEAS PENSAMIENTOS FELICITASIONES, ME PARECE QUE ERES SEGUIDORA DE CHAVEZ , PERO LO IMPORTANTE ES HACER ALGO POR EL PAIS Y NO ESTAR ESPERANDO QUE NUESTRO PAIS AGA ALGO POR NOSOTROSSS. JOLUPUCA

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  2. El punto precisamente no es si soy o no soy Chavista. Es absolutamente irrelevante. El punto es que seamos tolerantes. Que nos aceptemos y que cada uno de nosotros aporte nuestro granito de arena...no importan las ideologias. Al final, somos humanos..somos personas y ESO es lo que en el fondo importa...tratarnos con respeto. Respetar a la ciudad, no botar basura en la calle. Respetar a los que vienen haciendo cola y no comerse el hombrillo. Sonreir y decir Buenos Días sin importar si te los devuelven o no.

    :)

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  3. Muy interesante...asi es cada uno de nosotros debe aportar su grano de arena sin importar la ideologia o credo...y no estar echandole la culpa a cada rato a los demas.
    Andrés Méndez

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  4. " Todo empieza por ti. En el ámbito en que te rodées...y que la política más importante, como yo aprendí de niña, es la que se enseña y se aplica en casa." 100% de acuerdo. No se trata de ser chavista u opositor. No se debe poltizar este escrito, se trata de filosofìa de vida, tolerancia, aceptaciòn e introspecciòn. Bueno leer y reflexionar...saludos

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  5. estoy de acuerdo en la mayoría de lo q dices, pero colocas todos desde el punto de vista tuyo, yo también crecí con las misma leyes en mi hogar , pero el detalle esta en que el 60% de la población venezolana no, cuando para ti o para mi es malo robar, violar, emborracharse y golpear a otra persona, para otra persona q no tubo la suerte de contar con una educación con valores o una familia funcional es algo muy cotidiano y hasta placentero, en conclusión creo q la base del problema es la familia, y creo que lo mejro q podemos ahcer es colocar nuestro grano de arena a la sociedad XD

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  6. First and foremost, let it be known that I am an American. That being said, I agree with your post 130%. Not so much in the Chavez vs. Non-Chavez mind set, but in the idea of recapturing ownership through responsibility.

    As Americans, we have for many generations grappled with the same concepts. However, in the end we all always reach the same conclusion. It's not so much about what I have or what the next person has, but what will future generations have.

    Chavez and Chavez-like politicians will come in and out of power - that is the natural order of things. The only ones who set the actual precedence are the people who themselves are beholden to the land in which not only they but their children, and their childrens' children will live.

    I say all this to say that my response is not about America, but it's about the concept of ownership that you so well illuminated. You are on the right track.

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